Periodoncia

En la Clínica Dental UBB tratamos las enfermedades periodontales (también llamado comúnmente piorrea) que causan daño en la encía y hueso que recubren los dientes.

Servicios de Periodoncia

Las enfermedades periodontales más frecuentes son la gingivitis y la periodontitis.

Gingivitis

Cuando se acumula sarro entre el diente y la encía aparece una infección de bacterias que inflama la encía y la enrojece, suele acompañarse de sangrado.

Es importante detectar esta enfermedad a tiempo para que la infección no derive en una periodontitis, es decir, que haya una pérdida de hueso

Periodontitis

La periodontitis (piorrea) es una enfermedad crónica y degenerativa. Si la gingivitis no se trata a tiempo, la infección entre el diente y la encía puede empeorar y destruir todos los tejidos que sostienen al diente: encías, hueso y ligamento periodontal. Las pérdidas de tejido son irreversibles y progresivas.

En función de la gravedad de la infección y de la cantidad de hueso perdido, clasificamos la periodontitis en leve, moderada o grave. En los casos más graves la infección ataca a la raíz de los dientes, provocando la movilidad o incluso la pérdida de piezas dentales.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuáles son los síntomas de una enfermedad periodontal?

Si no se tiene una buena higiene dental, pueden aparecer los siguientes síntomas. Las señales más comunes son:

Halitosis o mal sabor de boca de forma constante.
Inflamación o enrojecimiento de las encías.
Sensibilidad o sangrado de la zona.
Dolor o molestias al masticar.
Movimiento de dientes al tacto.
Hipersensibilidad dental.
Encías retraídas o separadas de los dientes, cuando la infección avanza.

¿Qué causa las enfermedades periodontales?

Las enfermedades periodontales son causadas por las bacterias que se encuentran en la boca. Por eso es fundamental combatirlas y evitar que causen una infección que pueda derivar en una enfermedad.

La principal causa en una higiene dental deficiente. Si no se lava correctamente la boca, se acumula sarro alrededor del diente y debajo de las encías. Esto puede ir dañando el tejido que rodea el diente hasta provocar su pérdida.
Otra de las causas es el tabaco o los alimentos ricos en azúcares, que favorecen la continuidad de las bacterias en la boca.
Los factores genéticos son destacables. Algunas personas son más propensas que otras a sufrir enfermedades periodontales.
Durante el embarazo la mujer suele tener las encías más sensibles y propensas a acumular bacterias que puedan irritar o inflamar las encías.
Los cambios hormonales en niñas o mujeres les hacen más sensibles a ciertas enfermedades periodontales como la gingivitis.
Algunos medicamentos producen sensibilidad dental o debilidad de las encías. Aparecerá indicado en el prospecto.

¿En qué consisten los tratamientos periodontales?

Para combatir las enfermedades periodontales primero realizamos un estudio periodontal. Basándonos en radiografías y una exploración a fondo de las encías valoramos cada caso. Si detectamos la enfermedad en la fase de gingivitis (fase inicial) es mucho más fácil de tratar y los resultados serán mejores. Por eso es importante acudir de manera periódica al dentista para realizar revisiones.

Tras la valoración, empezaremos con el tratamiento periodontal, que consta de dos fases:

Primero, efectuaremos una limpieza bucal en profundidad, para eliminar la placa y los depósitos de sarro de los dientes y la línea de la encía. Después, realizaremos los curetajes (raspados y alisados radiculares), eliminando las colonias bacterianas de las bolsas periodontales. Al ser un tratamiento más invasivo, generalmente se realiza con anestesia local en dos sesiones de unos 30 a 45 minutos. La periodontitis es una enfermedad crónica que requiere un seguimiento continuado en la clínica.
Más o menos, cuando haya pasado 1 mes después del tratamiento deberás volver para que comprobemos si el tratamiento ha sido eficaz. Si tus encías han mejorado, lo perfecto es verte cada 4 meses, para revisar que todo está en orden. En cada visita realizaremos las limpiezas y curetajes, asegurándonos que no se acumula placa bacteriana.